Por Iván Alberto Borrero Madan
Introducción
Los sistemas representativos que emplea el cerebro nos permiten representarnos las experiencias y a su vez propician nuestra comunicación con el exterior; estos sistemas se basan esencialmente en los cinco sentidos: vista, olfato, gusto, tacto y oído; los cuales denominamos: canales comunicativos. Las personas son más predispuestas a usar uno más que otro en su interacción con el mundo y sus procesos internos; esto condiciona que cada individuo tiene un modo particular de comunicarse y que suele establecer puentes comunicativos con determinados grupos de personas más fácilmente que con otros. Las investigaciones sugieren que los seres humanos pueden dividirse en tres grandes categorías de acuerdo a su canal de comunicación preferido: Visual, Auditivo o Kinestésico.
Los visuales
Las personas visuales consideran al mundo en imágenes y luego plasman estas imágenes en palabras. Necesitan ver y ser mirados; son personas rápidas e inclusive pueden omitir palabras por la rapidez de su pensar; como si el pensamiento ganase a la palabra. Los visuales entienden el mundo como lo ven; y al imaginar el futuro, lo visualizan. Se caracterizan por su organización; les gusta controlar las cosas para asegurarse que estén en su lugar. En su expresión verbal utilizan frecuentemente palabras tales como: ya veo, observo, imagino, muestro, aclaro, mi perspectiva. Suelen mantenerse derechos, con la cabeza erguida y hablar rápidamente con un tono de voz agudo. Suelen girar sus ojos hacia arriba, como direccionados a los hemiferios cerebrales. Sus movimientos son rápidos, y al caminar dan la impresión de buscar algo. La respiración de las personas visuales es entrecortada, a nivel de la parte superior del pecho. Se visten muy bien, generalmente a la moda y su ropa está siempre limpia y arreglada. Tienen un alto nivel de energía, son inquietas y observadoras, captan el detalle y muchos de los pequeños aspectos que a otras personas se les pasan por alto. Suelen visualizar imágenes en su mente para poder recordarlas, y es común que para hacerlo, escriban pequeñas notas o apuntes. Necesitan lugares tranquilos para concentrarse.
Los visuales recuerdan los rostros, pero no los nombres. Cuando asisten a algún evento van principalmente para captar a través de lo que ven, suelen aburrirse de los discursos. En el proceso de aprendizaje requieren de ayudas visuales. Cuando hablan de sentimientos describen una imagen y no una sensación. Saludan con una sonrisa o expresión gestual. Prefieren leer a escuchar. Están más interesados en el aspecto de un producto que cómo suena o qué sensación les da.
Los auditivos
Las personas auditivas son más selectivas en cuanto al vocabulario que usan. Todo para ellos tiene un ritmo intermedio, hablan con pequeñas pausas y expresiones tipo: uh, um, ah, aja; necesitan saber que el otro está entendiendo o que le está al menos escuchando. El pensamiento no va desenfrenado como en los visuales, sino que al ritmo de lo que escucha o habla. Suelen ser más profundos que los visuales, pero abarcando menos cosas. Suelen ser conversadores y no siempre miran al interlocutor, sino que dan preferencia al campo auditivo. Saben escuchar, y recuerdan con gran detalle cada una de las palabras que han escuchado; tienen la capacidad de organizar sus ideas en medio de un debate lógico. Poseen gran facilidad para captar y procesar sonidos y palabras. Prefieren que les expliquen las cosas a leerlas. Siguen con facilidad las conversaciones de las personas, aunque estén mirando a otro lado. Su postura corporal habitualmente es distendida, con la cabeza ligeramente inclinada hacia un lado. Modulan correctamente la voz, la cual tiende a ser melodiosa; suelen tener expresiones tales como: oigo, escucho, digo, en otras palabras, oye, me suena, soy todo oídos, sintonizar, escúchame. El giro de sus ojos suele ir hacia los lados, siempre a la altura de los oídos. Sus movimientos son lentos, tienen tendencia al sedentarismo; son consideradas personas relajadas. La respiración de los auditivos es uniforme a nivel de medio pecho. Prefieren vestir de manera conservadora y elegante. Saludan con un “hola” u otra palabra. Tienen gran sensibilidad al sonido, lo distraen con facilidad; y los ruidos desagradables o estridentes los irritan.
Los kinestésicos
Las personas kinestésicas son más lentas, reaccionan ante las sensaciones táctiles. Son más sensibles que los visuales y auditivos, algunas bibliografías los denominan como "los sensoriales". Su mundo es precisamente las sensaciones, principalmente a nivel de piel. Les son muy importantes el aspecto afectivo y las emociones; demuestran su sensibilidad y expresan espontáneamente sus sentimientos. Gesticulan mucho. Priorizan su comodidad física. Miran generalmente hacia abajo para calibrar sus sentimientos; acostumbran a adoptar una postura muy distendida. Su tono de voz es grave y el ritmo de su habla lento. Hacen uso frecuente de metáforas del mundo físico: las cosas me resultaron pesadas o intensas, tengo la sensación que lloverá, o dirán por ejemplo: siento, presiento, dame una mano, lo tengo, capto. Caminan de forma despreocupada. La respiración es baja (en el vientre). Visten holgadamente. Sienten un gusto especial por las emociones y las manualidades; aprenden manipulando; les gusta experimentar con el tacto, el gusto y el olfato. Los kinestésicos son espontáneos y muy expresivos socialmente; buscan las cercanías, los abrazos, el contacto físico.
Importancia de identificar el canal
El identificar el canal preferido de comunicación del interlocutor permite aumentar la posibilidad de que el mensaje transmitido llegue a su destino con la misma intención con que fue emitido.
Introducción
Los sistemas representativos que emplea el cerebro nos permiten representarnos las experiencias y a su vez propician nuestra comunicación con el exterior; estos sistemas se basan esencialmente en los cinco sentidos: vista, olfato, gusto, tacto y oído; los cuales denominamos: canales comunicativos. Las personas son más predispuestas a usar uno más que otro en su interacción con el mundo y sus procesos internos; esto condiciona que cada individuo tiene un modo particular de comunicarse y que suele establecer puentes comunicativos con determinados grupos de personas más fácilmente que con otros. Las investigaciones sugieren que los seres humanos pueden dividirse en tres grandes categorías de acuerdo a su canal de comunicación preferido: Visual, Auditivo o Kinestésico.
Los visuales
Las personas visuales consideran al mundo en imágenes y luego plasman estas imágenes en palabras. Necesitan ver y ser mirados; son personas rápidas e inclusive pueden omitir palabras por la rapidez de su pensar; como si el pensamiento ganase a la palabra. Los visuales entienden el mundo como lo ven; y al imaginar el futuro, lo visualizan. Se caracterizan por su organización; les gusta controlar las cosas para asegurarse que estén en su lugar. En su expresión verbal utilizan frecuentemente palabras tales como: ya veo, observo, imagino, muestro, aclaro, mi perspectiva. Suelen mantenerse derechos, con la cabeza erguida y hablar rápidamente con un tono de voz agudo. Suelen girar sus ojos hacia arriba, como direccionados a los hemiferios cerebrales. Sus movimientos son rápidos, y al caminar dan la impresión de buscar algo. La respiración de las personas visuales es entrecortada, a nivel de la parte superior del pecho. Se visten muy bien, generalmente a la moda y su ropa está siempre limpia y arreglada. Tienen un alto nivel de energía, son inquietas y observadoras, captan el detalle y muchos de los pequeños aspectos que a otras personas se les pasan por alto. Suelen visualizar imágenes en su mente para poder recordarlas, y es común que para hacerlo, escriban pequeñas notas o apuntes. Necesitan lugares tranquilos para concentrarse.
Los visuales recuerdan los rostros, pero no los nombres. Cuando asisten a algún evento van principalmente para captar a través de lo que ven, suelen aburrirse de los discursos. En el proceso de aprendizaje requieren de ayudas visuales. Cuando hablan de sentimientos describen una imagen y no una sensación. Saludan con una sonrisa o expresión gestual. Prefieren leer a escuchar. Están más interesados en el aspecto de un producto que cómo suena o qué sensación les da.
Los auditivos
Las personas auditivas son más selectivas en cuanto al vocabulario que usan. Todo para ellos tiene un ritmo intermedio, hablan con pequeñas pausas y expresiones tipo: uh, um, ah, aja; necesitan saber que el otro está entendiendo o que le está al menos escuchando. El pensamiento no va desenfrenado como en los visuales, sino que al ritmo de lo que escucha o habla. Suelen ser más profundos que los visuales, pero abarcando menos cosas. Suelen ser conversadores y no siempre miran al interlocutor, sino que dan preferencia al campo auditivo. Saben escuchar, y recuerdan con gran detalle cada una de las palabras que han escuchado; tienen la capacidad de organizar sus ideas en medio de un debate lógico. Poseen gran facilidad para captar y procesar sonidos y palabras. Prefieren que les expliquen las cosas a leerlas. Siguen con facilidad las conversaciones de las personas, aunque estén mirando a otro lado. Su postura corporal habitualmente es distendida, con la cabeza ligeramente inclinada hacia un lado. Modulan correctamente la voz, la cual tiende a ser melodiosa; suelen tener expresiones tales como: oigo, escucho, digo, en otras palabras, oye, me suena, soy todo oídos, sintonizar, escúchame. El giro de sus ojos suele ir hacia los lados, siempre a la altura de los oídos. Sus movimientos son lentos, tienen tendencia al sedentarismo; son consideradas personas relajadas. La respiración de los auditivos es uniforme a nivel de medio pecho. Prefieren vestir de manera conservadora y elegante. Saludan con un “hola” u otra palabra. Tienen gran sensibilidad al sonido, lo distraen con facilidad; y los ruidos desagradables o estridentes los irritan.
Los kinestésicos
Las personas kinestésicas son más lentas, reaccionan ante las sensaciones táctiles. Son más sensibles que los visuales y auditivos, algunas bibliografías los denominan como "los sensoriales". Su mundo es precisamente las sensaciones, principalmente a nivel de piel. Les son muy importantes el aspecto afectivo y las emociones; demuestran su sensibilidad y expresan espontáneamente sus sentimientos. Gesticulan mucho. Priorizan su comodidad física. Miran generalmente hacia abajo para calibrar sus sentimientos; acostumbran a adoptar una postura muy distendida. Su tono de voz es grave y el ritmo de su habla lento. Hacen uso frecuente de metáforas del mundo físico: las cosas me resultaron pesadas o intensas, tengo la sensación que lloverá, o dirán por ejemplo: siento, presiento, dame una mano, lo tengo, capto. Caminan de forma despreocupada. La respiración es baja (en el vientre). Visten holgadamente. Sienten un gusto especial por las emociones y las manualidades; aprenden manipulando; les gusta experimentar con el tacto, el gusto y el olfato. Los kinestésicos son espontáneos y muy expresivos socialmente; buscan las cercanías, los abrazos, el contacto físico.
Importancia de identificar el canal
El identificar el canal preferido de comunicación del interlocutor permite aumentar la posibilidad de que el mensaje transmitido llegue a su destino con la misma intención con que fue emitido.
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